Muchas veces me pregunto, “Cómo podemos restaurar las metas nobles de alcanzar la belleza, la estética y el balance del rostro? Cuál es la razón para que tantos pacientes sientan miedo a la idea de mejorar su físico a través de la cirugía plástica?” La contestación se encuentra en la historia de la cirugía plástica. Podemos ver que por muchos años, ha habido una falta de comprensión sobre la importancia de la belleza y la armonía al enfrentar las necesidades y metas individuales de nuestros pacientes. Encuentro que es imposible lograr una estética apropiada, si no tenemos un conocimiento profundo de ambos conceptos.
La Belleza es un concepto que todo el mundo entiende, pero pocos han logrado definir. La investigación en cirugía plástica ha producido cálculos, proporciones, ángulos y curvas que definen la belleza humana con precisión matemática. Nosotros sabemos como analizar a un individuo de pies a cabeza, y si es necesario, podemos determinar cuan lejos una persona estáde lograr un cuerpo ideal y perfectamente proporcionado.
Pero cuantas personas realmente desean tener un cuerpo ideal y perfecto si, para lograr esa meta, significa que tienen que parecer otra persona? Algunas personas a lo mejor cambiarían su físico, pero la contestación es que, no muchas personas lo harían. La mayoría de mis pacientes simplemente quieren sentirse cómodos y conformes con su cara y con su cuerpo. Son personas que tienen como meta, usar la apariencia física para demostrar sentimientos internos de seguridad, energía y carisma. Aunque los números, curvas y proporciones son importantes para poder definir la belleza, y están incorporados en mis técnicas, lo que verdaderamente hace que una persona se vea carismática y visualmente atractiva, es un concepto que se extiende mas allá. Me refiero al concepto de la armonía.
La armonía es balance. Es, como la belleza, otra idea que todos entendemos y podemos identificar pero tenemos dificultad en concretar. En la cirugía plástica, la armonía es un concepto que se manifiesta en formas multiples. Para lograr armonía en el físico de un paciente, es importante darle prioridad a tres objetivos: 1) reconocer las metas individuales del paciente, 2) considerar la anatomía del individuo y lo que se considera ser un aspecto normal y/o atractivo 3) lograr un balance apropiado entre la parte del cuerpo que el paciente desea mejorar y las características del resto del cuerpo y la cara.
Si la cirugía plástica ignora los conceptos de belleza y armonía, como hemos visto ocurrir por años, un paciente puede someterse a una cirugía técnicamente exitosa que, al mismo tiempo, no favorezca sus características físicas individuales. Todos sabemos sobre casos de pacientes o celebridades que tienen narices, cejas, senos o caras que sobresalen demasiado o que producen asombro. Una persona no se sentirá satisfecha, si después de una cirugía, una parte del cuerpo no armoníza con el resto del cuerpo o con su personalidad.
En este caso, reconocemos que ese tipo de cirugía no es exitosa.
Todos sabemos lo que es y lo que no es la armonía. Los pacientes que exhiben un aspecto extraño después de la cirugía, son los que, al no tener expectativas realistas, optaron por someterse a procedimientos, sin respetar la idea de lo que es la anatomía normal y la anatomía de su cuerpo en particular. Estos resultados siempre se han podido evitar. Desafortunadamente, esos ejemplos del pasado han sembrado en nuestra sociedad las semillas de aprención que existen sobre la cirugía plástica. Ahora le toca a la nueva generación de cirujanos plásticos, trabajar para tratar de cambiar este desacierto atribuido a la cirugía cosmética.
mmm yo creo q no esta bien que las personas se operen por q creo q no estan conformes con su propio cuerpo
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